lunes, 8 de noviembre de 2010

no me interesa romperte

Ela Rodríguez


Conferimos los espacios más humedos, sólo para clausurarlos y reir por la ignominia del desposeído, como si fuesen leyes descritas,  sobre todo crueles.

Construidos, definitivamente los puentes débiles, resistimos las caídas anunciadas, las clausuras definitivas. 


Erigida la prohibición como el más letal desajuste de los celos la más sublime desepción preconcebida, se convierte en el pretexto del perdón, en la anulación más pura y más nítida de los cuerpos que aceptan sus condiciones respectivas.

el furor de la paciencia revelaamaneceres mundanos del orígen lejano,y desgastadas las nubes más cargadas de tu carnevuelve el perro al rito de lamer las sobras, de marcar las calles esterilmente.

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