miércoles, 24 de noviembre de 2010

Estructuras indescifrables para mentes endebles como la mía.



Abigail Rodríguez Contreras (imagina mi nombre escrito con lápiz)

Decreto de las mentiras y los arrepentimientos (Mixing Bowl de los deseos):


1. De mis ojos brotan tus ojos.


2. Eres mi última y más sagrada pertenencia.

3. Sólo para mi placer existes.

4. Eres el actor protagónico de la obra de teatro que estoy financiando. (Considerese este inciso uno de los absurdos más terribles que al legislador en turno se le han escurrido de la voz)

5. Mi deber como portadora de una bisutería que presumiré como joya se encuentra en no propagar tu falsedad y para ello:

      a) Deberás mentir, ocultar. En la protección que yo te brinde se establece mi estatus moral ante los otros.

      b) Tu deber será callar; es conveniente para ti que tu orígen permanezca en un estado de opacidad que mantenga hermético tu pasado y tu presente.

      c) Sí alguien te descubre, intenta borrar los vestigios, que nada más aparezca bajo, al rededor, sobre o en un perímetro cercano a la mancha, si otra mancha aparece, hacerla desaparecer hasta donde sea posible

6. Sí todo se torna confuso, explícame tú qué hacer porque a pesar de todos estos decretos, tú mandas, yo obedezco. 

7. Sí no te decides a tomar el puesto de las deciciones, serás borrado, y este decreto, radical y temible como lo lees, será cumplido con rigor.

8. No hay ocho, no hay nueve ni diez ni once no hay nada, proque el siete resultó no ser una mentira, el número siete se sublevó, ordenó y nos condenó primero a tí borrandote, después a mi intentando redibujarte, tú perdiéndote, nosotros haciendo nada, nada, nada, haciendo siempre caso a mis impulsos, me deshago del nudo, me reinvento a cachos, determino el placer infinito de atentar contra mis deciciones y tacharlas de errores fatales, en ocasiones lo son, esta ocasión, es una de ellas.

9. En caso de obedecer el decreto siete, el decreto número diez de este panfleto de la mente; jamás se escribirá.


miércoles, 17 de noviembre de 2010

Desearíadesearteconlabocaabierta/gritándotegritándotegritándote


La ilustración es de Octavio Juárez Océlotl / Las letras son mías.

www.flickr.com/mr_oc_moteado  ---------> Su Blog



El día que comienza después de las doce sería tuyo si al abrir los ojos te encontrara junto  
pero después de fingir que duermo
parpadeo
y no está él
ni estás tú.

Cuánta lástima para verter en otro recipiente de a nadie le importa.

Abigail Rodríguez Contreras

domingo, 14 de noviembre de 2010

Hoy si pienso lavarme la boca con insectos


A b i g a i l    R o d r í g u e z   C o n t r e r a s  

I

Me parece que mi estabilidad pendía del pergamino doblado bajo mi lengua, pero estuvo tanto tiempo envuelto en humedades, que se ha desintegrado, como muchas otras cosas en este universo de carne y letras.

II

Yo entiendo el nivel de dificultad de tragarme otros mundos, lo que no comprendo es por qué esos mundos quieren ser tragados por un hocico tan simple como el mío.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Aplastar


Elabigail

Distancia        mental, 

                              e s p a c i o 

que erige muros firmes hacia tierras estables del deseo

(tierras inexploradas)


Desde arriba el fracaso es turbulencia


Y todo análisis propicia siempre el desasociego


Maratón interminable de perdones negados.

martes, 9 de noviembre de 2010

Auto retrete


El Abigail

de cuando en cuando algunos perros vuelven al nido/ a mi me atrae la luz de otros infiernos

lunes, 8 de noviembre de 2010

no me interesa romperte

Ela Rodríguez


Conferimos los espacios más humedos, sólo para clausurarlos y reir por la ignominia del desposeído, como si fuesen leyes descritas,  sobre todo crueles.

Construidos, definitivamente los puentes débiles, resistimos las caídas anunciadas, las clausuras definitivas. 


Erigida la prohibición como el más letal desajuste de los celos la más sublime desepción preconcebida, se convierte en el pretexto del perdón, en la anulación más pura y más nítida de los cuerpos que aceptan sus condiciones respectivas.

el furor de la paciencia revelaamaneceres mundanos del orígen lejano,y desgastadas las nubes más cargadas de tu carnevuelve el perro al rito de lamer las sobras, de marcar las calles esterilmente.