domingo, 16 de octubre de 2011

faurecia*


Abigail Rodríguez Contreras


Este mundo es en realidad un velódromo de mis arterias
mi sangre corre bajo tierra alimentando al mundo.
en el principio fue el silencio
y mi lengua tallando el silencio

Y en el silencio tracé quinientos ríos con los dedos de mis pies
el agua corrió púrpura y dulce
le dio a la tierra en caminos nuevos

este mundo antes de mí ya estaba herido
ahora, los sobrevivientes de las antiguas catástrofes
abrevan de mis ríos, hacen del agua una sutura permanente
van sanando de a poco

las ramas de mi vida
son también la genealogía hídrica
de mi sangre de agua púrpura
este mundo es la historia de mi vida

sobre mí
nidificaron las aves grandes castillos de sonidos
tejieron sobre mi cabeza cordilleras aéreas
y tocando suave, con su orquesta portátil de la lengua
construyeron cantando un único altar interoceánico


la sanación se parece siempre a un canto eterno
y en la hidrografía celeste del silencio
construí con el vaho de mis clones y de las aves
una muralla fuerte que cuidara de nosotros

las paredes construidas de vaho
tactan los relieves musicales de Faurecia
es un domo de sonidos el nuevo mundo
este domo no es alto
los hombres deben reptar
para abrevar de los ríos que los sanan
aquí, las aves no saben volar

el torrente de mi fuente invisible
brota siempre bajo tierra
Faurecia se teje bajo tierra

Soy lo que desde el centro de la tierra va curando al mundo
va tejiendo con agua las heridas
va cosechando también relámpagos
y desde el centro de la tierra los utilizo como agujas
para horadar los sitios por donde mis arterias de agua
irán llegando a los sobrevivientes de antiguas catástrofes.


Faurecia mundo, velódromo de arterias de agua
en la hidrografía celeste del silencio,
los hombres y las aves
siguen construyendo cordilleras con la lengua
con todos los cantos para que al llegar a la cima
siempre arrastrándose
logren ver desde lo alto;
las perforaciones de la tierra,
a la surtidora de agua y luz que los alimenta

y desde arriba, regalar su vaho como caparazón del universo.

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