lunes, 21 de marzo de 2011

A

Mi abecedario personal tiene letras que no conozco y yo sè que los caracteres de este uniVERSO No me bastan para escribir mientras mis ojos caen y se revientan y la angustia es un caudal de nombres infinito, y yo tejerè y tejerè las riendas para un establo donde los animales guarden todo el equilibrio en sus estòmagos y despuès vomitaràn y vomitaràn para salir cabalgando atropeyandome mientras destejo un estambre con el que jamàs podrè tejer ni riendas ni redes ni nada para sus corazones ni para el mio, porque no basta el estambre del mundo para detener la furia, con estambre no se hacen muros; sencillamente no hay muro que detenga la furia del encadenado, sencillamente no hay consuelo para la soledad que reverbera dentro de los que lloran.

no me interesan los sonidos, mi patria chica, mis entrañas textiles
en este punto, la cùspide se fundamenta en sentidos que ya no se apagan, en terrenos vacìos para el alma, en lugares comunes anteriores, repetidos, en lo unìvoco del engaño, en lo polìsèmico de las representaciones de un depresivo. Mi alma cabalga amarrada a un àrbol plagado de insectos bicèfalos, mi alma es un monstruo de catorce cabezas, mi corazòn es un mùsculo que rehidrata el silencio, que comulga con la feracidad de otras oscuridades, mi elemento gira en el pulso terminante de mis ojos purulentos, mi corazón es una planta llena de hojas delgadas que caen de tallos que han salido de un tronco sanguineo.