sábado, 3 de noviembre de 2012

cominos


Pensé en cenizas Pero descubrimos piedras hechas de huesos, carbón y fuego extinto
pesabas tanto, costaba sostenerte en el regazo, como antes, pero reducida
 me enteré que los hombres encargados de cremar, muelen los huesos, después de calcinarse martajan los cadáveres, los hacen trizas, vuelven a la hoguera, vuelven a arder como semillas del incendio. nunca dijo nada sobre el dolor, sobre la envolutra de plástico y los huesos que resistieron a consumirse.

--cmngp--

recuerdo Giselle y el piso de duela, tenía siete años y ganas de levitar, era una aldeana de huesos débiles, sin ningún tipo de miedo, no existía más pretensión en mí que levitar. las bailarinas muertas eran brillantes, Maura era una mujer hermosa de doce años, las puntas de madera giraban los escenarios, me gustaría saber dónde está ahora.


-rtr-

 prometió no sobrantes, prometió luz y caminos que salieron de la boca, ojos abiertos y ganas de estallar, prometió luna, calor, soporte, alcayatas que se vuelven rojas debajo de la noche, una hora de sueños con los ojos abiertos y una sinfonía marina de caparazones ardientes, prometer la juventud, el delirio magnífico, el círculo de creyentes, grupo de ambar y redención caliza. pero nada es, sólo bloques de huesos, caminos negros y no conocer, no cocinar, negarse a amalgamar la vida con el aliento primero, no prometió, me prometí que prometería pero no lo hizo, sólo repetía complacencias y yo me conformé, llegó la hora, enfrentamiento uno, prueba de fuego bajo el mortero de los huesos.


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