miércoles, 18 de mayo de 2011

Sobre MI infancia y su devenir.



Un ave pensando en mí, mientras Tegus, mi santo patrono literario,


se escapa de su pensamiento y busca más poesía en otros mundos para alimentarme luego.








Aby RC

I

Yo tenía una edad que no recuerdo cuando comencé a inventar historias. Supongo que todos los niños lo hacen, el problema es que crecen y lo niegan todo.

No sé si fue un problema, a veces pienso que es una enfermedad el hecho que yo nunca pude negar mi locura, o no del todo. Nunca dejé de imaginar y crear con las palabras, es por eso, muchos creen que aún soy una niña. Ahora que he podido trabajar con niños, sé que la mayoría de ellos, se crean poemas involuntarios en la cabeza, los andan escupiendo entre juego y juego y luego se pierden en el aire, se van alejando todas esas imágenes cuando uno crece. Es entonces que la locura, la imaginación y la infancia, tienen tanto que ver, que es preferible hacerlo todo solo, volver a ser niño, volver a imaginar, volverse loco y luego negarlo hasta que nadie vuelva a hablar del tema.


Volver a la infancia, volver a imaginar, volvernos locos escuchando voces dentro.y eso a todos les da miedo, por eso crecen y lo niegan, pero yo esos impulsos no pude negarlos, y cuando tenía trece años escribía cuentos con tanto compromiso, que al crecer un poco más todo empeoró y escribía como si se me fuera la vida en ello, yo sentía a veces que de verdad me iba a morir escribiendo, a veces no comía o no dormía por escribir hasta en las mesas, y puede sonar exagerado pero era realmente angustiante tener esos impulsos de escribir hasta que la mano me quedara roja y las articulaciones comenzaran a dolerme tanto, que tenía que tomarme analgésicos para calmar mi dolor.


II



Hace poco descubrì que algunas mujeres antes de depilarse se colocan hielos en el área deseada antes de arrancarse la masculinidad que lo occidental, hace que temporalment, sean menos mujeres. Desensibilizada el área, justo cuando ya no sienten nada y antes de quemarse con el hielo, lo retiran y proceden a la odiosa y secreta tarea de desaparecer todo el vello, para ser totalmente femeninas.


III


Quiero un hielo gigante que me cubra el cuerpo, que me encapsule toda cuando escribo, eso quiero.

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