miércoles, 20 de junio de 2012

cuscuscuu

Estabas lejos, tallándote la piel con la piel, el detergente casi te tallaba los huesos, estabas flaca, con la última piel hecha trizas, tallándote la piel con la piel.
 A veces, pensaba en tí cuando miraba el lavadero da la casa, estaba sucio, parecía imposible que ahí se lavara algo. Rondaban pequeñas moscas por la cocina y el comedor. Me gustaba jugar al cazador, una vez soñé con matar a todas las moscas de la casa, me daban un premio, te lo regalaba. Entonces tú apartabas a los santos de la repisa en tu recámara y lo ponías ahí, como algo sagrado. Lo cierto era que ya no me gustaba matar moscas, desde que una vez aplasté a una y al parecer aceleré su parto,

Nos gustaba llenar de humo la casa. Arrancar las últimas hojas de los cuadernos, quemarlas en la estufa; verlas arder.

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