
Otra ilustración de Octavio Juárez Ocelotl con otro poema :)
Ela Rodríguez
Me decidí por la ruta equivocada a drede, para reencontrarme en el laberinto no confuso que conozco parcialmente.
Ela Rodríguez
La ruta más pura para negarte
debe caminarse bajo el silencio
pero yo soy uno de esos perros que primero ladran y después te muerden
Felicitaciones,
enocontraste un problema que obliga a cuestionarte
mientras miras mis mordidas en tu brazo
Abigail Rodríguez Contreras
Yo soy uno de esos perros que ladran, pero también muerden y rasguñan
sumergidos en el desastre de una tierra que se pudre, yo debería rescatarme, luchar contra la luz que reduce simplemente las distancias.
Las normas gritan la elección de las armas más agudas para dañar algunos de los sentidos que te ayudan mantener no sólo el recuerdo, sino también afirmar su calor conservado, no es maldición, ni envidia, es redención ante su aura inmaculada.
Mientras tanto, la lucha que más bien no existe, permanece como el más deshabitado recurso de mi mente por orillarte a mis paredes. Y de la óptima tarea de embelesarte entre los sueños, describo mi agonía como tu burla, una que funge también como el disfraz de un último respiro que se apaga
una que padece a cada día, la incertidumbre de volver a perder lo construido
(sólo con palabras, por supuesto)
uno se arriesga y espera ver volver lo que ha deseado
aunque en la praxis, se haya hecho NADA
podría devolverte en la abstinencia de caricias el fuego
retener la mirada más pura de tu yo arrepentido
y esperar que en las grietas mi imágen actúe
como un poderoso objeto que te obliga a permanecer conmigo
pero podría ser lo contrario
en las reglas están ya descritas las probabilidades
y yo juego, jugamos aunque deje de ser divertido
Ela Rodríguez
N. Se asume púrpura y quemada, pero sobre todo,
por contradictorio que esto sea,
cerrada
Una de las consecuencias más amargas de aislarse, es volverse agua y sentirse, eventualmente:
bien seca
le quedan treinta segundos de autocompasión
prefiere tristemente
provocarse una ceguera
funciona por ahora, que los menesterosos le soben las heridas,
hacer sentir al desprotegido, con casa
descenderlo un escalón en la jerarquía da la desgracia
a N. le gusta sentirse peor
mejorarle el panorama a los desconocidos
de hecho, eso es cerrarse
conservarse como lápida
le gusta su temporalidad reducida; sobre-anunciada,
las advertencias neón que circundan el caritativo cuerpo prohibido
necesitan también apagarse,
fingir que todo esto, no es tan ilícito
PIEDAD
un poco de caridad mutua
los piadosos sufren apartados de sus seguridades
de sus inseguridades
lo único estable de sus vidas
lo constante ha sido alterado
y el temblor no cesa
la verdadera piedad entonces, sería el derrumbe de los mundos
y confiar, en el necesario cíclo que podría arbolar sus restos
ojalá
ojalá
algún día N. pueda dejar de pensar
Ela Rodríguez
intento arrojar mis ojos hacia la estratósfera
Dios es el príncipe del voyeur
y yo quiero ser él por un día
luego escucharlo todo
sin mover un sólo pelo
he conversado lengua a lengua con el cielo
falta viajar a tí a cuantificarte la lengua
somos solos y nos revienta la paz
el hecho de que simplemente
nada existe
Abigail Rodríguezzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz
Contreras
En el principio fue el verbo,
y el verbo estaba junto a la metáfora, y la metáfora era Dios.
Y todas las cosas, fueron hechas por Dios
O quizá
En el principio fue el verso
y junto a él la metáfora
aún así
LA METÁFORA ES DIOS
... y eso explica muchas cosas
Abigail Rodríguez Contreras
sarertnoC zeugírdoR liagibA
Las posesiones inefables de un instante, revientan en su desequilibrada demencia, un temblor del agua que desgaja mi contexto
Y en la víspera de la ruptura, un zurco arroja sal, y un devenir de ríos que tiñen la tierra azul violeta nos separan; incluso por colores