Hoy lo sé, el caos se define en cuatro muros y veintisiete letras. Mi cárcel ecuménica es en realidad un abuso del recurso retórico, es disimular mi fracaso determinista. No tengo, ninguna intención de resolver asuntos, que se gestan dentro de mí; sólo soy, la portadora de una extraña garganta llena de piedras.
.c.r.a.
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